A la muy bella, a la muy querida,
que ocupa gran parte de mi corazón,
a la dulce y tierna con su cabellera impregnada de sol.
A la muy dulce, a la muy bella,
que constituye mi alegría,
a la dulce musa,
que evoca los momentos felices.
Deja que tu risa magnetica,
ese gesto exquisito que se desprende
de ti,
me arrastre hacia ti.
A la muy bella, a la muy querida,
A la muy dulce, a la muy bella,
se el adorno de mis alegres noches.
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