viernes, 12 de septiembre de 2008

Espacio personal en un mundo virtual.


Desde crear un nicho creativo hasta darse estilo electrónicamente, los usuarios construyen una red de influencia. Artículos por Stephanie Rosenbloom
La gente se ve y se comporta de la manera en que lo hace por razones demasiado numerosas como para caber en la libreta de algún terapeuta.

Pero es común que modifiquemos nuestro comportamiento o alteremos nuestra apariencia en un intento por controlar la manera en que los demás nos perciben.

Algunos lo llaman sentido común. Los científicos sociales lo conocen como “manejo de impresiones” y atribuyen gran parte de su comprensión del proceso al sociólogo Erving Goffman, que en un libro de 1959, “La presentación de la persona en la vida cotidiana”, equiparó las interacciones humanas con una presentación teatral.

Ahora que las primeras impresiones con frecuencia son hechas en el ciberespacio y no cara a cara, las personas no sólo diseñan estrategias para cómo comunicar virtualmente quiénes son, sino también lidian con cómo elaborar una versión electrónica de sí mismas que resulte atractiva para múltiples públicos: compañeros de trabajo, ex compañeros de universidad, mamá y papá.

“¿Qué imagen presentas?”, preguntó Mark R. Leary, profesor de psicología y neurociencia en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, quien tiene más de 20 años de estudiar el manejo de impresiones en el mundo real. Igual que otros académicos, actualmente examina el mundo en Internet a través del cristal del manejo de impresiones: estudios que a veces dan un tono académico a ideas que parecen obvias, y a veces producen resultados inesperados.

“Nos sorprende el dilema en el que se encuentra la gente”, dijo Leary, sobre un estudio que inició en diciembre acerca de cómo edita la gente sus imágenes en línea. “Algunas personas parecen escoger un público.

Otras seleccionan y escogen las mejores partes de sí mismas. Como profesor, mi página de Facebook está diluida. No puedo subir fotos en las que beba cerveza con mis amigos”.

Los académicos dicen que el que los sitios de redes sociales y de citas románticas —que facilitan el compartir públicamente los gustos, aversiones, sueños y pérdidas— hayan entrado al terreno de lo tradicional ha causado que más personas “actúen” para otras de maneras cada vez más sofisticadas.

Los sitios de redes sociales y citas románticas de hoy son “como el manejo de impresiones bajo el efecto de esteroides”, comentó Joseph B. Walther, profesor de comunicación y telecomunicación en la Universidad Estatal de Michigan. Pero debido a que aún son formas nuevas de comunicación, “la gente no tiene una idea muy clara de lo que hace o de cuáles son las mejores prácticas”, señaló.

Muchas de las estrategias de autopresentación observadas por los académicos parecerán obvias a los usuarios de Internet experimentados: mejorar el prestigio de uno al tener ligas con amigos de estatus elevado; usar un nombre en pantalla como “Batman” o “007”; referirse a su reluciente cabeza como “rapada” y no “calva”; usar caras con expresiones tiernas para cautivar al grupo de gente que reenvía cartas cadena inspiracionales; demostrar liderazgo al ser el primero en adoptar las aplicaciones más recientes de Facebook y promoverlas entre otros; listar la casi carrera de uno como disc jockey o modelo en lugar de la que da para pagar las cuentas; y tomar decisiones cuidadosamente pensadas acerca de qué poner como intereses o libros favoritos.

“Si alguien pone un título rumano desconocido, ¿es una persona muy inteligente o pretenciosa?”, comentó Judith Donath, profesora asociada de artes y ciencias de medios de comunicación en el Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quien estudia los aspectos sociales de la informática.

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El vino.


Bueno dedicare estas lineas a uno de mis poetas favoritos y claro esta el poema mas sordido para los benevolos de corazon.



El Alma del Vino.



Cantó una noche el alma del vino en las botellas:
«¡Hombre, elevo hacia ti, caro desesperado,
Desde mi vítrea cárcel y mis lacres bermejos,
Un cántico fraterno y colmado de luz!»

Sé cómo es necesario, en la ardiente colina,
Penar y sudar bajo un sol abrasador,
Para engendrar mi vida y para darme el alma;
Mas no seré contigo ingrato o criminal.

Disfruto de un placer inmenso cuando caigo
En la boca del hombre al que agota el trabajo,
y su cálido pecho es dulce sepultura
Que me complace más que mis frescas bodegas.

¿Escuchas resonar los cantos del domingo
y gorjear la esperanza de mi jadeante seno?
De codos en la mesa y con desnudos brazos
Cantarás mis loores y feliz te hallarás;

Encenderé los ojos de tu mujer dichosa;
Devolveré a tu hijo su fuerza y sus colores,
Siendo para ese frágil atleta de la vida,
El aceite que pule del luchador los músculos.

Y he de caer en ti, vegetal ambrosía,
Raro grano que arroja el sembrador eterno,
Porque de nuestro amor nazca la poesía
Que hacia Dios se alzará como una rara flor!»