viernes, 25 de julio de 2008

La Tortola y la Lechuza.

Una tórtola y una lechuza habían hecho una excelente amistad. Cierta mañana, cuando la tórtola fue a visitar a la lechuza, la encontró empaquetando sus cosas con ánimo de marcharse.

-Te marchas?- Preguntó la tórtola, sorprendida.

La lechuza respondió afirmativamente.

-Y a dónde vas?-

-Lo más lejos que pueda- contestó la lechuza. -Trataré de ir hacia el este; en cualquier caso, muy lejos-.

-Pero... por qué amiga mía? Te ocurre algo para que estés tan deprimida?-

-Claro que si. Te diré que me voy. A la gente de por aquí no le gusta nada mi chillido. Unos se ríen de mí; otros me insultan; muchos me desprecian y me amenazan. ¡HO! sí, me iré muy lejos!-

Pero la tórtola, tras pensárselo unos instantes, dijo:

-Quiero que reflexiones conmigo, compañera. Si tienes capacidad para cambiar tu chillido, vete; me parece bien. ¡Adelante! Pero si no puedes hacerlo, entonces qué conseguirás? La gente del este, o de donde fuere, también se sentirá disgustada por el sonido que emites y se comportará igual que la de aquí. Pero para mayores males, habrás viajado inútilmente y, además, es probable que hayas de enfrentarte a grandes dificultades-.

-Como no puedes cambiar tu voz, tienes que cambiar tu visión y tu actitud ante los necios que no te aceptan-.

Una rosa en el desierto.



A menudo la voz apacible del maestro espiritual quebraba el silencio perfecto del amanecer, para exhortar a sus discípulos diciéndoles:

-Queridos discípulos míos, nada hay tan hermoso, tan bello, ni tan provechoso como el amor incondicional. No hay sabiduría más fecunda, no hay saber más sublime, no hay brillo más intenso que el amor incondicional.

Y así día tras día, semana tras semana, el maestro insistía para que sus discípulos se ejercitasen en el amor incondicional.

-Hay muchas clases de amor- declaraba, -pero sólo una merece ser considerada como tal y es, queridos míos, el amor incondicional.

Los discípulos le escuchaban, pero albergaban dudas en cuanto a esa enseñanza. Amor incondicional? A qué tipo de amor se refería el venerable maestro?- Se preguntaban entre ellos.

El maestro continuaba diciendo: -Todos estamos sometidos a la ley inexorable del sufrimiento, pero nada hay más precioso ni más transformador que el amor incondicional- decía... -Ejercitaos en el mismo sin descanso. No olvidéis nunca mis palabras. Si amáis incondicionalmente, estáis vivos; si no, es como si estuvierais muertos.

Un día, de rosado amanecer, un discípulo dijo:

-Pero maestro, nos hablas mucho del amor incondicional, mas nos dices poco sobre él... El resto de los discípulos se identificaban con el comentario del que así se había expresado.

-Vaya, vaya,- repuso el maestro.-Todo hay que explicarlo... El amor incondicional es para ser vivido y no, para que digamos palabras sobre él.

Mirad, mañana os presentaréis a mí con una rosa y saldremos de excursión...

Al día siguiente los discípulos acudieron junto al maestro antes de despuntar el día. Llevaban la rosa con ellos.

-Daremos un largo paseo- dijo el maestro.

Partieron todos... Caminaron durante horas, hasta que finalmente llegaron a un paraje desértico. No había nada más que cielo y arena.

-Colocad la rosa en estar tierras desertizadas, por nadie holladas... por nadie frecuentadas.

Uno de los discípulos fijó la rosa en la arena.

-Sentémonos y reflexionemos unos instantes-.

Se sentaron todos alrededor del maestro. El Sol iba trepando lentamente por el firmamento y el calor comenzaba a ser sofocante.

-Ahora nos iremos- dijo el maestro, -pero permitidme haceros algunas preguntas:

Creéis que, aunque no haya nadie para oler la rosa, ésta seguirá exhalando su aroma?

-Hasta que se marchite... Continuará exhibiendo su esplendor, incluso aunque nadie haya para apreciarlo?

-En la investigación de estas preguntas, hallaréis muchas respuestas.

Los discípulos se quedaron satisfechos. Habían comprendido.

La rosa quedó exhalando su aroma en las solitarias planicies desérticas, y maestro y discípulos regresaron al monasterio.

Son muchos los que dicen amar, pero muy pocos los que aman incondicionalmente...

El que disfruta de esta clase de amor se convierte él mismo en el primer beneficiario.

El que ama así irradia una atmósfera de bienestar, de sosiego, de paz, de contento y plenitud...

jueves, 24 de julio de 2008

Diferencias aparentes.

Coincidieron cuatro viajeros haciendo una misma ruta, los cuatro eran de distinta nacionalidad, uno era persa, otro árabe, el tercero turco y el cuarto viajero griego.

Llegó un momento en el que después de mucho andar sintieron hambre, y llegados a un pueblo pensaron: será mejor que juntemos algo del poco dinero que tenemos y compremos comida para los cuatro.

El persa dijo: Está bien pero compraremos angur...

El árabe contestó: No, no, yo lo que quiero es inab...

-El turco no estuvo de acuerdo y exclamó: De eso nada, a mí lo que me apetece es uzum...

El griego enfadado, protestó enérgicamente diciendo: Lo que compraremos será stafil...

Como no se ponían de acuerdo porque ninguno sabia lo que significaban las palabras de los demás, comenzaron a pelearse entre ellos.

En aquel momento pasó por allí un hombre que, al oír la discusión que mantenían entre ellos, les dijo:

-He oído vuestros gritos y os quiero ayudar para que dejéis de pelearos. Yo puedo satisfacer el deseo de todos vosotros, si confiáis en mí, claro está, y me dais vuestro dinero-.

Los viajeros después de pensarlo un rato accedieron a la solicitud de aquel hombre y le dieron el dinero.

Se sentaron los cuatro, ya calmados, a esperar al hombre. Al cabo de un rato éste regresó con comida para los cuatro. Lo que compró no era ni más ni menos que aquello que todos habían mencionado sin saber que se referían a lo mismo: Lo que los cuatro querían era uvas.

(Tenían información, pero carecían de conocimiento)

martes, 22 de julio de 2008

La felicidad.


La felicidad va por encima del bien y el mal¿?¿?

Si los placeres de la mente son la fuente real de la fefelicida,
no cabe duda que desde el punto de vista de la felicidad, el bien y el mal
son totalmente diferentes pues quien obtenga mayor satisfaccion con el mal
sera mas sera mas feliz que una persona que consiga menos satisfaccion con
el mal sera mas feliz que una persona que consiga menos satisfaccion con el
bien.


¿ El mal es otra manera de conseguir la felicidad ?


Ser virtuoso es un arte que no todos manejamos.

sábado, 19 de julio de 2008

LA FÁBULA DEL TORO Y LA MOSCA.

LA FÁBULA DEL TORO Y LA MOSCA.

Estaba un toro pastando en la dehesa y llegó una mosca cojonera de estas que empiezan a posarse dando el coñazo. El caso es que se le posó al toro en el culete y éste la espantó con el rabo. La mosca echó a volar y se volvió a posar en el culete. El toro volvió a sacudirle con el rabo, así que la mosca voló y se posó esta vez un poco más hacia delante, en el costado del toro. El toro hizo un esfuerzo y volvió a alcanzar a la mosca con el rabo.

La mosca, que ya estaba 'mosca' con el rabo se posó entonces en el hocico del toro, donde éste no podría llegar con el rabo... de repente el toro sacó la lengua y glupp!!!, se papeó la mosca...

*MORALEJA*: Lo que no puedas terminar con el rabo, termínalo con la lengua.

viernes, 18 de julio de 2008

Luz y oscuridad.

Luz y oscuridad. Cuentos Zen.


a oscuridad pensó que la luz cada día le estaba robando mayor terreno y entonces decidió ponerle un pleito. Así lo hizo y llegó el día fijado para el juicio. La luz llegó a la sala antes de que llegara la oscuridad. Allí estaba el juez y los respectivos abogados.

Esperaron y esperaron. La oscuridad estaba fuera de la sala, pero no se atrevió a entrar. Simplemente, no podía. Así que, pasado el tiempo, el juez falló a favor de la luz.

La luz es la Consciencia y la Sabiduría oscuridad; inconsciencia y error son ausencia de las otras; eso es todo. No tienen luz propia. Si desarrollas la consciencia, ¿cómo puede compartir el mismo espacio la incosnciencia? No puede, como no pudo la oscuridad entrar donde estaba la luz.

Ilusiones opticas

Psicodelico.


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jueves, 17 de julio de 2008

EL HOMBRE AL FONDO DEL POZO.

EL HOMBRE AL FONDO DEL POZO.



Hubo en otro tiempo en el Reino de Song, un tal señor Ding que no tenía pozo. Cada día, un hombre de la servidumbre dedicaba todo su tiempo para asegurarle el servicio del agua, pues debía ir a buscarla muy lejos. Para simplificar el trabajo, Ding hizo cavar un pozo en el patio.

- Al hacer cavar ese pozo en mi patio, me he ganado un hombre – le dijo a un amigo.

Este amigo se lo contó a otro, y, pasando de boca en boca, la observación se convirtió en esto:

«El Señor Ding, al cavar un pozo en su patio, encontró a un hombre.»

Estas palabras se divulgaron a través de toda la región y llegaron a oídos del rey, quien hizo llamar a Ding para saber de qué manera había encontrado a un hombre en el fondo de su pozo.

Ding le explicó:

- Ese pozo cavado en mi patio, me evitó el tener que acarrear el agua desde tan lejos y por lo tanto me proporcionó dos brazos más para los trabajos de casa, ¡eso es todo!

bailarines y cantantes

animales graciosos con mucho ritmo.


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miércoles, 16 de julio de 2008

EL MURO DESMORONADO.

EL MURO DESMORONADO.



Había una vez un hombre rico en el Reino de Song. Después de un aguacero, el muro de su casa comenzó a desmoronarse.

- Si no repara ese muro – le dijo a su hijo –, por ahí va a entrar un ladrón.

Un viejo vecino le hizo la misma advertencia.

Por cierto, aquella misma noche le fue robada una gran suma de dinero.

Entonces el hombre rico elogió la inteligencia de su hijo; pero desconfió de su viejo vecino.

Han Fei Zi

domingo, 13 de julio de 2008

La Rosa y La Paloma.

La Rosa y La Paloma. Cuentos hindúes.

La incipiente claridad del día comenzaba a disipar las tinieblas de una noche tibia y hermosa. Una paloma, revoloteando y revoloteando, penetró en un pequeño y recoleto templo de la India. Todas las paredes estaban adornadas de espejos y en ellos se reflejaba la imagen de una rosa que había situada, como ofrenda, en el centro del altar. La paloma, tomando las imágenes por la rosa misma, se abalanzó contra ellas, chocando violentamente una y otra vez contra las acristaladas paredes del templo, hasta que, al final, su frágil cuerpo reventó y halló la muerte. Entonces, el cuerpo de la paloma, todavía caliente, cayó justo sobre la rosa.

El Maestro dice: No apuntes a las apariencias; sino a la Realidad. No te extravíes en la diversidad, sino que debes establecerte en la Unidad.

Ansia.

Ansia. Cuento Zen.

El discípulo le preguntó al maestro:

- Maestro, ¿cómo puedo percibir la Mente Unica?

- Acompáñame -dijo el maestro, y condujo al discípulo hasta un largo próximo. Allí le agarró la cabeza y se la sujetó debajo del agua. Cuando finalmente pudo, sacarla, ya al borde del desmayo, el maestro preguntó:

- ¿Qué has sentido? - Una extraordinaria necesidad y ansia de aire.

- Cuando tengas esa misma ansia de Mente Universal -repuso el maestro-, podrás percibir la Mente Universal.

sábado, 12 de julio de 2008

¿ Felicidad 3 ?

El ser humano trató siempre de evitar el sufrimiento y, al fracasar, fantaseó con un «estado», la felicidad, en el que todo devendría en placer. Paradigma, el mito del paraíso, de la felicidad no lograda, sino regalada. La religión alimentó el mito entre los menesterosos sin remedio de cualquier índole, a los cuales, ¿qué otro recurso puede quedarles sino el de la aceptación del mito de la felicidad, aunque sea como promesa y en algún otro mundo? Ese mito ha sido socavado desde siglos, desde la filosofía griega hasta nuestros días, pero sólo entre élites muy concretas. Nadie plantea hoy seriamente la felicidad al modo de esa meta mítica. En contraste, hay una alternativa racional, que también tiene una larga tradición en la filosofía occidental y, bajo otras formas, también en la oriental, a saber, el de la sabiduría, o dicho más claramente, el de la felicidad desde la sabiduría. Creo que hay que reivindicar, en este mundo actual de sabedores, a veces sabedores eminentes, pero no de sabios, lo que es la sabiduría: saber quién se es para así vivir de acuerdo a sus preferencias, y construirse una vida como hábitat confortable. Es sabio quien consigue amar y ser amado, se apasiona con su quehacer, goza de la amistad leal e inteligente, y de los libros que puede leer una y otra vez, y de la música que no se cansa de oír, y de los cuadros que no cesa de ver... Y aleja y despacha fuera de su mundo lo que considera estúpido, cruel, feo, incluso incómodo. Sabio, luego feliz: nada más (ni nada menos).

viernes, 11 de julio de 2008

¿La felicidad 2 ?

Para hablar de la felicidad hay que empezar por definirla. Usando una acepción más o menos objetiva podría decirse que es un estado de conformidad con lo que uno es y con la vida que uno lleva. Luego está la felicidad relacionada con la euforia, con una especie de borrachera, que es a la vez un mito necesario y una realidad, puesto que sucede. Una de las cosas más curiosas en torno a la felicidad es, no obstante, lo desacreditada que está intelectualmente. De mi última novela, por ejemplo, algunos criticaron que tuviera final feliz. Si en un libro cuentas hechos horribles (un suicidio, un crimen, la violación de una hija por su padre... cosas que suceden pero no son demasiado habituales), nadie te reprocha que escribas cosas improbables, pero si cuentas una historia de amor que termina bien, enseguida te dicen que estás relatando un imposible. Más allá del descrédito intelectual en el que se encuentra actualmente, la obligación de los seres humanos –en esto estoy de acuerdo con los ilustrados– es perseguir la felicidad. Es, además, el sentido de la vida, el principal objetivo. Todo lo que nos pasa no es más que un precio que pagamos buscando ese objetivo.



a felicidad es un mito que forma parte del deseo humano de completud, del deseo de encontrar la satisfacción completa. Pero el hombre es un ser escindido entre el bien y el mal, y ante esa escisión sólo cabe buscar el máximo bien, algo que siempre será un fin irrealizado. Como leibniziano, creo que hay que pensar también el mal, no sólo el bien. Hay que pensar también la desdicha y la desgracia. Forma parte de la labor del filósofo. Nunca se da lo uno sin lo otro. Sin mal no hay bien, y viceversa. Nunca se ha dado. Esa dialéctica forma parte de la constitución social y cultural humana. Así pues, la única posibilidad de alcanzar la felicidad está en la búsqueda del bien mayor, una búsqueda que no termina nunca, que nunca se completa. Por eso la felicidad no sólo es un mito, sino que es también una utopía.

lunes, 7 de julio de 2008

¿ La felicidad ?

¿Te haz preguntado alguna vez?
¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?

Friedrich Nietzsche

Pero eso no viene al caso es una pregunta para aquellos fanaticos de su Dios Benevolente...


Lo que aqui viene es hablarles sobre la felicidad.
Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.

¿Que es la felicidad acaso es?
Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.
Entoces digo pregunto tiene la malda felicidad, pues porque es desiganada la felicidad como solo el la plenitud del alma entonces es la felicidad la meta del hombre virtuso¿?
Acaso se le esta negado dicho anhelo al hombre malvado y depravado?¿
Pues la libertad consiste acaso en !No hay más que una manera de ser feliz: vivir para los demás!, cuantas veces he escuhado dicha hipocrecia, magna falsedad acaso la felicidad es contradictoria a la felicidad...

Reflexiones;


"La crueldad, muy lejos de ser una vicio,

es el primer sentimiento que imprime en nosotros la naturaleza;

el niño rompe su sonajero,

muerde la teta de su nodriza,

estrangula a su pájaro,

bastante antes que tener la edad de razonar"


Acaso la felicidad esta en la eslcavitud del pensamiento,
cautiverio, infidelidad emocional?¿.
!Ay! De ustedes virtuosos como me hacen reir esclavos de la bondad no se pierdan junto con estrños en su vereda hacia la felicidad si eres feliz, escóndete. No se puede andar cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se puede pasear una felicidad como la tuya por un mundo de desgraciados.

Otra pregunta hermanos acaso el goce y el placer no nos da un pedazo momentaneo de felicidad¿?
Se debe gozar pues nuestro cuerpo nos lo dice y impedirlo no provoca eso dolor, y sufrimiento es ley de nuestra naturela.

Bueno otro dia seguire esta concepcion.